martes, 31 de agosto de 2010

La Lectura de lo Complejo

Prigogine (1997) establece que todo saber conlleva una construcción, en las ciencias humanas y que ya no es admisible la idea de realidad como algo dado. Durante varios siglos - prácticamente desde la fundación de la física por Galileo, Descartes y Newton -, la idea de simplicidad, la búsqueda de un elemento fundamental, estable a través de las apariencias, ha predominado en las ciencias naturales.

Sin embargo, reconocer la complejidad, hallar los instrumentos para describirla y efectuar una relectura dentro de este nuevo contexto de las relaciones cambiantes del hombre con la naturaleza son los problemas cruciales de nuestra época. Los modelos que adoptamos para el estudio del mundo natural deben necesariamente presentar un carácter pluralista que refleje la variedad de fenómenos que observamos.

Para la física clásica, los sistemas reversibles y deterministas constituían el modelo conceptual por excelencia. El triunfo de la concepción newtoniana oriento durante varios siglos la evolución de la visión científica, donde lo casual y lo irreversible se admitían solo como casos excepcionales introducidos por el hombre en una naturaleza simple, reversible y determinista.

Actualmente ha cambiado la situación, y sobre todo después de producirse tres correcciones de gran repercusión:

1) Las partículas elementales han resultado ser casi todas inestables.
2) La cosmología contemporánea nos lleva a un despliegue de estructuras, cada vez más complejas.
3) Los fenómenos macroscópicos tradicionales estudiados en la química, biología e hidrodinámica, han cambiado de imagen. Por todas partes descubrimos lo casual y lo irreversible.

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